Fernando Rodríguez pasa la dirección de Elcoro y de Norica a sus hijas María Jesús y María Asun, que potenciarán la apuesta por los productos propios.

Elcoro Decoletaje y Norica celebran este año el 130 y el 105 aniversario de su creación, respectivamente. Dos proyectos industriales centenarios que se enfrentan a esta efeméride habiendo completado el relevo generacional al frente de ambos negocios y con el diseño de sendos planes estratégicos en los que apostarán por el medioambiente y la sostenibilidad, la potenciación y automatización de sus sistemas de fabricación y el impulso en el mercado de sus nuevas generaciones de producto propio: los martillos neumáticos ‘Topac’ (Elcoro) y las históricas carabinas de aire comprimido ‘Norica’.

A la conquista de los Estados Unidos.

Norica, tras 105 años de actividad, se ha posicionado en más de 60 países, pero curiosamente nunca había sumado a su lista a los Estados Unidos. La directora gerente de la compañía, María Asun Rodríguez, que ha tomado el relevo generacional de su padre Fernando, se muestra muy esperanzada en acabar con este anacronismo comercial, lo que “contribuirá a cumplir los objetivos que nos hemos fijado en el plan 2022-2024”.En la pasada feria sectorial de Las Vegas “presentamos una revolución mundial en las carabinas convencionales de quiebre, un sistema sin retroceso que hemos patentado en Estados Unidos, China, Turquía y Europa. La acogida fue muy buena y ha deparado grandes contratos en Sudáfrica, Australia y Arabia; además de abrirnos las puertas en Canadá y EE.UU, donde mantenemos negociaciones muy avanzadas para la firma de un acuerdo con un gran distribuidor nacional”.

Para 2024, confían en fabricar 35.000 carabinas anuales.

Este salto en los Estados Unidos contribuirá a los objetivos de elevar la producción de carabinas, cuyos elementos mecánicos fabrica Elcoro, para “reducir los costes y los precios de venta”. La meta del plan pasa por alcanzar una producción anual de 35.000 unidades, con un crecimiento agregado del 40 por ciento desde los años pre-covid. “Hay que tener en cuenta que, como elemento de ocio, el sector de las carabinas no acusó la crisis sanitaria”, subraya María Asun. Para asumir con mayor efectividad este salto industrial, Norica prepara una serie de acciones que han empezado con un contrato con Tekniker para reorganizar la planta de Elgeta y pasar de un sistema de montaje manual a uno de líneas semiautomáticas (una para las carabinas convencionales y otra para las PCP -con compresor-). Tras concluir este trabajo, actualmente preparan el ‘lay out’ de las instalaciones que elevará la eficiencia y calidad y en el que integrarán el campo de tiro en planta, de 35 metros, en el que se prueban las carabinas. El impulso de su oferta en el mercado, como detalla María Asun Rodríguez, incluye una serie de proyectos de innovación con los que incidirán en la ampliación del catálogo con modelos más económicos y en la eficiencia de los procesos productivos. De esta forma, trabajan en crear alternativas más asequibles en las carabinas PCP, que presentarán en Las Vegas de 2023. Por un lado, ofrecerán estos modelos con culata de fibra, en lugar de madera; y la opción de montar un cañón de producción nacional, cuyo mecanizado asumirá Elcoro. Otro vector de mejora será la estandarización de componentes para diferentes familias de carabinas, lo que aportará sinergias industriales y económicas.‍

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